domingo, 28 de julio de 2013

Crónicas de una Diosa de Natsuo Kirino

Hola!

En la entrada de hoy os hablaré de un libro que me terminé hará cosa de un mes y del que ya tenía ganas de hablaros. Se trata de "Crónicas de una Diosa" de Natsuo Kirino.


Natsuo Kirino nació en 1951 en Kanazawa, Japón, y vive en Tokio desde que tenía catorce años. Estudió derecho y ya ha escrito trece novelas y varios volúmenes de cuentos, aunque en España sólo se han publicado 3: Out (quizás la más famosa), Grotesco, y ahora, Crónicas de una Diosa.


En "Crónicas de una diosa" Natsuo Kirino nos plantea un mundo imaginario, centrando la acción en un pequeño archipiélago al este del globo, como si de Japón se tratara pero sin nombrarlo en ningún momento. Más concretamente, Kirino nos enfoca la isla de las Serpientes Marinas, una isla situada en el extremo más oriental del archipiélago, por donde dicen que sale y se pone el sol. Gran parte de la acción se sitúa en este lugar, pero en cierto momento el libro cambia por completo y se sumerge en la mitología japonesa clásica, que se combina con el relato original y crea una trama bastante peculiar. En la primera parte la historia está llena de melancolía, resignación y culpa, sentimientos que derivan en rencor, odio, venganza, amor y traición en la segunda.

Es una historia llena de simbolismo y de dualidades: la luz y la oscuridad, el bien y el mal, el yin y el yang...y siguiendo con este patrón, las protagonistas son dos hermanas, Namima y Kamikuu, una de las cuales sirve al mundo de la luz y la otra al mundo de la oscuridad. Ambas tienen destinos muy distintos, pero también tienen algo en común, el amor por Mahito, e irónicamente será esto lo que las aleje definitivamente.

Kamikuu tendrá desde niña un destino prometedor y estará colmada de atenciones, mientras que Namima será considerada como corrompida y vivirá una vida completamente distinta, austera y pobre. Con la entrada de Mahito en escena se abre una puerta a la esperanza para Namima, pero el destino la persigue sin tregua y Namima acabará sirviendo a Izanami, Diosa de la creación y de la muerte según la mitología japonesa.



Izanami es una Diosa primordial, que creó el mundo junto a Izanaki. Izanami murió al dar a luz a uno de los hijos que tuvo con Izanaki, y su historia se tornó trágica a partir de este punto. Si queréis saber más sobre su historia os recomiendo que visitéis esta web, es muy completa y tiene muchas imágenes. El libro se toma varias licencias con la parte mitológica, de hecho se inventa toda la última parte, pero bueno es parte de la gracia del libro, y para aprender mitología pura y dura ya hay otros libros.

Respecto a otros aspectos más allá del argumento, os diré que el libro es bastante fácil de leer, yo terminé sus 212 páginas en 3 días y eso que estaba de exámenes. Lo malo es que, al menos para mí, fue bastante predecible, aunque no por eso me disgusté al leerlo. La edición deja un poco que desear, hay muchos errores en la escritura de los nombres, más de una vez cambian Namima por Namina y Mahito por Majito, cosa que a mi me duele mucho a los ojos. Por otra parte, según la Vanguardia, Kirino se acerca a sus personajes como Murakami, aunque yo no he tenido esa sensación, no he visto parecido alguno, lo cual tampoco significa que Kirino no los describa bien, que conste.

En resumen el libro está bien, es entretenido aunque predecible en ciertos momentos, y sinceramente os aconsejaría que esperéis a comprar otra edición, una de bolsillo que además será más barata. Es de esos libros que gusta leer pero que tampoco urge comprar nada más salir a la venta.

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